Hace un mes asistí a un curso de fotografía participativa. Este curso despertó mi creatividad y me hizo ver las numerosas posibilidades de trabajo con una herramienta de comunicación tan potente como es la imagen.

Considero que es muy importante evaluar el trabajo que hago como docente y, habitualmente reflexiono sobre ello, y lo hablo con mis alumnos. También paso encuestas, todo ello con el fin de mejorar mi forma de trabajar y atender las necesidades de mis alumnos.

He visto en la fotografía un medio de comunicación diferente al que utilizo habitualmente. Se podría utilizar este medio de comunicación para poder recibir de mis alumnos la visión que ellos tienen de la asignatura, de cómo la trabajamos en clase, de cómo la trabajan ellos en casa y cómo se sienten ellos en este proceso.

Por todo esto, pusimos en marcha un proyecto de fotografía participativa en clase de Matemáticas de 1º de Bachillerato. Por medio de las fotografías que tomaban los alumnos, queríamos saber cómo percibían ellos la clase de Matemáticas, qué sentían y además lo íbamos a exponer para que toda la comunidad educativa pudiese recibir también esta información.

A continuación, voy a describir cómo funcionó nuestro proyecto de fotografía participativa de una manera muy concreta. Animo a otros docentes que lleven esta actividad a sus aulas, es muy enriquecedora. Cada uno podrá modificar esta propuesta a su gusto, pero al menos aquí tenéis la base.

Para llevar a cabo este proyecto, les propuse a un grupo de 1º de Bachillerato que fotografiaran la impartición de una unidad didáctica completa. Concretamente la "Unidad de Vectores".

Cada alumno debía presentar entre 10 y 15 fotografías. Seleccioné junto con mis alumnos unas temáticas sugerentes para que se hiciesen fotografías variadas. Se podían utilizar esos temas o bien cualquier tema que ellos decidiesen aportar. Eran los siguientes:

  1. En mi casa.
  2. En el aula.
  3. Tiempos difíciles.
  4. All you need is Mates”.
  5. “Just do, el intento”.
  6. Nadie ha muerto por estudiar Matemáticas.
  7. Un sentimiento.
  8. Tengo dudas. 
  9. Nos ayudamos.
  10. Qué divertido.
  11. Desde otro punto de vista.

Para organizar la toma de fotografías en el aula hice una distribución de los alumnos en las distintas sesiones. Cada sesión, dos alumnos tenían la libertad de tomar fotografías a lo largo de toda la clase. Se podían levantar, mover por el aula y trabajar como ellos necesitasen.

 Los alumnos subieron sus fotografías a una plataforma en internet que tenemos para la clase. Cada uno debía votar las fotos que más le gustaban (tres por persona). Tenían que votar a fotografías del resto de sus compañeros, no podían votar las suyas propias.

Las fotos más votadas pasarían a formar parte de una exposición que se montó en el aula. Además de estas fotos, cada alumno eligió una de sus propias fotografías, que pasaría a formar parte de la exposición directamente, sin necesidad de ser votada. De esta manera quedó hecha la selección de las fotografías. Con esta forma de selección nos asegurábamos de que cada alumno tenía al menos una fotografía en la exposición y además estaban también las que más habían gustado a la mayoría.

La exposición estaba compuesta de 50 fotografías. La montaron los alumnos durante una sesión de clase. Se procedió de la siguiente manera: Durante el montaje no se podía utilizar la expresión oral, los alumnos debían estar en silencio. La finalidad era destacar otro tipo de comunicación, la comunicación por medio de la fotografía, que nos permite fijarnos en otros matices diferentes. Se debían poner de acuerdo y organizarse de esta manera, sin poder hablar entre ellos.

 Cuando la exposición estaba montada, pusimos un trozo de papel en cada fotografía. En ese papel podían escribir una palabra o pequeña frase que les sugiriese la fotografía.

Cuando la exposición estuvo montada y todos los comentarios escritos, los leímos en voz alta y pudimos abrir un pequeño debate sobre los propios comentarios.

Además de los objetivos previsto,s en un principio, esta actividad sirvió para decorar el aula con nuestra exposición de fotografía.

Como docente, me pareció una forma muy enriquecedora de comunicarme con mis alumnos, me hizo crear una relación más cercana a ellos. Para mí esta actividad superó las expectativas puestas en ella.

Los alumnos se implicaron mucho en llevar a cabo este proyecto. Manifestaron su satisfacción hacia esta actividad y además les gustó que esta exposición quedase en el aula, que desde ese momento sintieron más suya.

Indirectamente se creó un ambiente de trabajo muy agradable, tanto por haber trabajado en equipo, como por haber creado en el aula un espacio físico más acogedor.

Autoría

Alicia Casero Olivares

Profesora del IES Campo de Calatrava, Miguelturra. Ciudad Real

Publicado en Buenas prácticas